Con el clima de invierno tan suave y agradable que tiene la isla, los lugareños salen de sus casas para descubrir rincones de la isla o volver a conectar con los oasis escondidos en el interior de Menorca. La temporada de invierno trae consigo períodos cortos de lluvia que partió el ciclo de vida de la flora y fauna, dejando vía a bosques y valles llenos de color y tonos de verde.